Dante y el postoperatorio |
Empezaremos por los beneficios a nivel de la salud, ya que al ser castrados evitamos los problemas de próstata y el cáncer de testículo, siendo éste último muy normal entre mis amigos los perros. Con respecto al cáncer de próstata, no se elimina el riesgo por completo, pero sí se evita la inflamación de la próstata y los problemas derivados de la misma.
Aún así, por lo que más se decide si operarnos o no es por factores relacionados con el comportamiento... y efectivamente, con mi nerviosismo característico, yo sabía que llevaba todas las cartas para que me interviniesen. En la castración, las hormonas sexuales masculinas se reducen de un modo considerable, lo que afecta al comportamiento en lo relativo a conductas agresivas, marcación del territorio, persecución de hembras en el período de celo, habilidades sociales... Dicho así suena a que después de la castración tendrás un perro con un comportamiento ejemplar, pero no! Cómo ya os contaba en mi "post" anterior... la educación del perro hay que llevarla a cabo en casa día a día, con los que nos rodean y con mucha paciencia, pero el hecho de dejarnos sin "huevecetes" no conlleva un cambio asombroso en nuestro comportamiento de la noche a la mañana; por ejemplo, yo me he relajado un poco, me llevo bien con todos los perretes y no tengo ningún problema con las hembras, ni las intento montar, pero todo ha sido muy progresivo.
La primera anestesia de Dante |
Si os interesa el tema, en Internet tenéis un montón de información sobre el mismo. Yo os he contado un poco más centrado en mi "persona" (me encanta esta frase), pero os animo a que busquéis antes de tomar ninguna decisión al respecto. Recordad que no es plato de buen gusto para ningún perrete ni para los dueños el paso por el quirófano. Al siempre me dice que porque no tuvo otra opción, pero que si no, yo seguiría siendo un "huevón".
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