Hoy me he despertado genial. A mis abuelitos ya les hago un poco más de "gracia" o parece que me miran de forma diferente. Mi tía Cris viene a verme todos los días, un día, de hecho, Al me dejó con ella en casa y me escondí en el cesto de la ropa sucia y me quedé dormidito... a la pobre casi le da algo porque no me encontraba. Mi tía Marisa es un poco más seria pero le hago reír y tengo dos primitos con los que estoy deseando jugar, aunque aún no puedo por si les hago daño, pero me gusta cuando vienen a verme.
Después de comer, Al empezó a preparar maleta mientras me contaba que nos ibamos; las vacaciones habían llegado a su fin y nos tocaba irnos dónde mi dueña trabajaba, a Toledo. Al principio no me quedé muy tranquilo porque con lo pequeño que era aún me costaba un poco todo esto de viajar y estar de un lado para otro. Al final no estuvo tan mal, paramos un par de veces para que hiciese pipí y por fin llegamos a nuestro destino. Mi nuevo hogar era más pequeñito pero muy acogedor y mi dueña se había llevado mi casita y todas mis cosas, así que no noté tanto el cambio.
Antes de cenar he tenido mi primer baño, aunque para mi fue algo así como un "Spa" de estos modernos, porque me sentí igual. Al me acariciaba con el jabón, yo chapoteaba y me gustaba resbalar por la bañera. Cuando salí del agua vino lo peor, algo con lo que tendré que lidiar toda mi vida: el secador! Ese aparato que sopla y sopla y sopla y no te deja casi respirar... Menos mal que no fue cosa de mucho y que después de todo el sufrimiento cené tranquilo y me quedé dormido mientras olfateaba lo bien que me olían las patitas :)
Aprovecho aquí para presentaros a "mi primer peluche". Un monito que me regalaron las amigas de Al antes de venir a Toledo y que me acompañará en muchas de mis peripecias a lo largo de los próximos meses.
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